Los hilos

Se me han hecho ovillo las historias.

Y a veces tengo la sensación de que no hay un cabo del que tirar para deshacer la madeja, porque el hilo que la forma es único, infinito, sin comienzo ni fin.

Pero otras veces parece que son los hilos los que son infinitos, con infinitos comienzos y fines, pero todos embarullados, jugando a tejerse y destejerse, hilvanándose entre ellos para no revelarse como hilos individuales y únicos. Para fastidiar. Para fastidiarme. Para que no pueda contarlos.

No sé si juegan conmigo, si se divierten. Aunque a mí no me entretiene. Me falta paciencia.

Debo diseñar la estrategia. Abordarlos poco a poco, uno a uno.

Desmarañando. Deshilvanando.

Irlos cosiendo a puntadas, letra a letra, palabra a palabra.

Para que los hilos se cuenten.

Y para que pueda menguar la madeja.

Deja un comentario